Poner foco en cómo mejorar la calidad de vida de las personas es parte de la agenda del real estate. Para lograr un negocio sostenible en el tiempo los desarrolladores entendienron que no basta con vender solo ladrillos, sino pensar en emprendimientos que se centren en el bienestar. De hecho, los más osados ya se animan a aplicar el modelo implementado en Dinamarca, uno de los países con mejor calidad de vida, impulsado por el reconocido arquitecto y urbanista Jan Gehl, que explica cómo una edificación puede generar ese bienestar, a través de la conexión humana.